miércoles, 28 de mayo de 2008

19

Beban los que puedan, esto es, los que quieran, el néctar del que sólo saben los que escuchan. Hablar, hablar, casi agredir, rasgar el silencio. Todos abren la boca, muy pocos aprenden a escuchar. Y son contados los que llegan a entender.

Ahora, Madre Eterna
Trasciende el Sueño a la Existencia
Y el Devenir es sólo ilusión

Cada etapa, más que un fragmento
Es el canto del Todo, del Uno, del Único
La gran marea de la Historia

Así, sin más que la razón y la estrechez de miras, muchos escarban en la arena y se creen grandes arqueólogos, muchos juegan a unir bloques y se creen creadores, muchos endulzan sus mentiras y se hacen dizque sabios. Qué equivocados.

David Alberto Campos V, Liberación de la Palabra, 2008

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