jueves, 29 de mayo de 2008

27

Palabra-aeroplano

Rítmica límbica, ya se dijo
Cuál es el rugido del espíritu

El éter omnisciente, fantasía

La luna y sus lunas, el ánima
Canoas, trocha, montaña

Una playa de color insospechado
Se vislumbra en esta vida agridulce

Y es la búsqueda lo perenne. Siempre insatisfechos, siempre anhelantes, siempre carentes.

El telón sube y baja y produce
Dioses, maniquíes, esperpentos

Y todos se mueven, ignorando los hilos

Por eso la Libertad es tan difícil
Y tan fácil, tan fácil
Como el elocuente adiós de los aviones

El Uno, el Todo

El Todo es la Palabra

¿Qué somos, en esta realidad de ensueño? ¿Qué queremos? ¿Qué valemos?

Nace una estrella y el mundo se enternece
El resplandor aciago, la osadía
Se juega la vida en vida
El saldo la muerte
Y somos, vamos
En perpetua correría
Como el poema que se abraza
Como el juego de luces y sombras de las catedrales
Humor, amor, temor
Un muñeco movido desde arriba
Una dulce marioneta parece ser el Orbe
¿Quién lo mueve, quiénes? ¿Qué? ¿Cuál?

En cálido tormento mi alma sufre, mi cuerpo es lacerado a latigazos. Cada duda es una espina, una bala perforándome. Y estoy vivo. Los muertos no sufren . Los muertos no ven, ni siquiera lo evidente. Los muertos ni siquiera piensan.
Palabra-aeroplano
Vuelo, no huída

Aunque alcance la mole
Un halo de grandeza en las ciudades
Aunque cubran los cadáveres grandes autopistas
Aunque droguen a los niños, ellos no olvidan

Las madres aún saben llorar
Los poemas salvan todavía

Salvan, salvan todavía

Hacen la Independencia
Destrozan rifles y barracas
Confunden capitanes y enamoran
Llaman al abrazo, a la ternura

Salvan, salvan todavía

Y los hilos, ésos hilos, empiezan a romperse
Y se hace humana la vil marioneta

Palabra-aeroplano
¡Libertad! ¡Libertad!
Aérea Palabra
Misiles de amor, en el Espacio
Saben, saben qué canto

Palabra-aeroplano
Es la dicha de los liberados; ajenos a los grupos, a las exclusiones; sin culpas, sin prejuicios. El sol del que entienden
Los niños, los teólogos
Alcanzando-ando
La cumbre.


David Alberto Campos V, Liberación de la Palabra, 2008

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