No ignoro la sombra o el sonido
Equívoco de lo vivido,
No le doy la espalda.
Pero el alcatraz es libre
Y yo mismo soy
Alborada en mi mente
Paraíso creado
Poesía hecha lluvia, fruta, campo
No he dejado de llorar
Pero aprendí a reírme
Como el alcatraz soy libre
Y libremente creo
El azar, la virtud, lo conocido e ignorado,
Son apenas trasluz de lo existente.
Vida. Lectura y espejo.
Sangré con las espinas pero me quedé con la rosa.
La vida, en sí misma,
Es un camino de esperanza.
David Alberto Campos V, Liberación de la Palabra, 2008
miércoles, 28 de mayo de 2008
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