jueves, 29 de mayo de 2008

35

COLOMBIA LIBRE

I

Bravura en las campiñas:
Abre caminos con su espada
Uno que es antorcha,
Fuego, indómito corcel:
Galán el hombre, el grito
Que despertará a la patria

Eco de fray Bartolomé
Sonrisa de Martín de Porres
Surgen rebeldes como flores,
Es el gesto de los oprimidos.

II

Cruenta escena, la respuesta:
La madrastra devora a sus hijos

Cientos, miles los mártires

Pero el viento anuncia tempestad

III

Nariño, el iluminado
Abre la ventana de los sueños:
¡Libertad!, se oye en la tribuna
En el valle, en el llano, en el desierto...
¡Libertad!, clama el prócer
Animando a sus hermanos

IV

Villavicencio, quién creyera

Aristócrata, pero ilustrado

Trata de hacer las cosas bien,
Y las cosas bien resultan

Los hermanos Morales aprovechan
La soberbia de los chapetones
¡Independencia!
Golpean las olas, ruge el mar bravío
Torbellino, pasión de multitudes

V

Desde lo alto
El sagaz astrónomo calcula movimientos:
Ha esperado el instante supremo
Del triunfo de la Razón sobre los grilletes

Ahora, ante la revuelta
Se concreta la esperanza

Sus amigos también celebran:
He ahí el Cónclave
Que ha batallado con la pluma,
Que ha avivado la llama libertaria

Abajo
Carbonell desafía y gana
Redención para los olvidados,
Los ultrajados, los descuidados de la Corona

VI

Torres, el humanista
Lleva la bandera de los liberados

Aplauden los educados
Brilla en los reacios la malicia

Patria joven, inexperta

¿A dónde vas, a dónde?

¿Hermanos, qué hacen?

VII

¿Central o federal?
Siempre inestable gobierno
Patria boba, sin duda
Patria de rencillas, patria de muertos


VIII
Cae un tirano y lo remplazan pronto

Sediento de sangre el nuevo “soberano”
Ordena ultrajar a mi Colombia
(Que en ese entonces llevaba otro nombre,
Pero ya cargaba el luto en su memoria)

IX

De la disputa fratricida
Hacen festín los cuervos

Cae un héroe tras otro

Cárcel, cadalso, oprobio

Mutílanse las aspiraciones
De una nación que sueña

X

¡Oh, Camilo, buen Camilo!
¿Quién disparó la infame bala?
¡Francisco, sabio Francisco!
¿Acaso merecías la partida?
¡Antonio encadenado y torturado!

El infame va cortando
Las mejores flores del jardín

XI

Algunos resisten, como la Ciudad Bella
Hasta la inanición y la propia podredumbre:
Allí, los niños famélicos, valientes
Fueron atravesados por feroces bayonetas

El asesino busca justificaciones
Y la víctima sólo buscaba hacer justicia

XII

Prosigue la tragedia:
Tribunales, vejaciones
Eruditos, estadistas: “Enemigos”

Roja y amarilla esa bandera:
Roja por la sangre de los perseguidos
Oro por el oro de los saqueados
XIII

Pero el caraqueño ilustre
Habrá de cumplir su juramento

El exilio le ha enseñado de la vida
Como lo hizo Bello en su infancia
El retorno es su esperanza

Inicia el tropel, la Venganza
Llama a los hijos de Colón

XIV

El ejército hambriento de Gloria
Cubre su desnudez de laureles
Huye el tirano, huye su inmunda Corte
De la tierra de los buenos, los soñadores

Bolívar, el pequeño
Enorme, único:
Su vida una proeza
Su mente un gran proyecto

Pero la batalla contra el Tiempo no se gana

XV

Traidores, cobardes, inhumanos
Destierran al Libertador, y la afrenta
Culmina con el disparo alevoso
Al fiel, honesto Sucre

Postrado y pobre
En casa de un español -¡oh, ironía!
Espera la muerte el gran americano

XVI

El silencio final de los libertadores
Es un sordo y sórdido lamento

La patria, el continente
Navegan por aguas inciertas

XVII

Se suceden gobiernos, rencillas
Partidos, pactos, hipocresía
En ocasiones guerra abierta
En otras oculta querella

Saluda un nuevo siglo, dirigida por poetas
La bella Colombia, pujante, optimista

XVIII

Viene la segunda esclavitud,
La de los no industrializados

Pobre, anónima patria
Débil, frágil, invadida

Se pierde Panamá, y el lamento
No se compra, no se alivia

XIX

El mundo se desangra
Y sí, Colombia pierde:
La guerra sólo deja derrotados

¿Bonanza cafetera? Ilusión de un día

Pobre, patria analfabeta
De niños trabajadores, de latifundistas
De inequidad, de sumisión

XX

La matanza
Retornan lágrima y duelo
Los hombres no son hombres
Los Partidos reparten fusiles
Palabras, brazos: armas
¡Oh, mi patria desangrada!

¿Conservador o liberal?
El cadáver es recordatorio
De nuestra propia miseria

XXI
Nueva esclavitud:
Elecciones arregladas
Funcionarios nombrados a dedo
Colombia en subdesarrollo
Atenta, esperando
Mientras el mundo avanza
Continúa la pobreza, la injusticia

Palabras, vanas palabras
Estadistas de sonrisa hipócrita
Asnos, jumentos, borricos
Ladrones en el solio de Bolívar

XXII

Todo es fiesta y chanza

Llegan los ochenta, y el país
No sale del Medioevo
Pero, eso sí, “pan y circo” en abundancia

El “turco”, el de las solemnes metidas de pata
Escuda su estupidez en el corbatín, los gruesos lentes, el acento de seminarista

Mueren los niños argentinos mientras Galtieri se emborracha
Se estanca Chile y el demonio sigue gobernando
Uruguay, endeudado hasta la coronilla
Paraguay, una herida siempre abierta
Bolivia y sus contrastes
Brasil apostando a lo que salga
Perú asomándose al colapso
Ecuador, un mar de dudas
Venezuela, corrupción en la bonanza

Llega el hijo de obrero, el de boca de oro
Y ahora llueven, llueven palabras, vanas palabras
El pueblo se ilusiona, ¿y qué?
¿Qué es lo que se obtiene?
Recuerdo al presidente encanecido
Junto al féretro del Ministro de Justicia
Recuerdo los muertos, las bombas
Los tanques irrumpiendo
Las viudas, las palomas pintadas en las calles
Y el ciego optimismo de los gobernantes

Recuerdo a muchos llorando a solas
Por la violencia, por el trabajo, por el alza de los precios

XXIII

Sale el orador, desilusionado
Llega el hombre hermético, el ingeniero

Prosiguen las muertes, los atentados
Aumentan los que no tienen tierra, los oprimidos
Ciudad, selva: todo es inseguro

La guerra empieza a ser eterna

Y veo a los adultos afeitarse las patillas
Cambiarse pantalones, usar ropa de tenista
Mientras Reagan fracasa en su lucha contra las drogas
Pero triunfa sobre Rusia (cortesía del Vaticano...)

El fútbol y las reinas, opio para el pueblo

A uno lo acribillan en el aeropuerto
A otro dentro del avión
Uno cae en circunstancias sospechosas
Otro es derribado en la tarima, a la vista de todos

Colombia, ¿qué pasa?

XXIV

Se retiran la sueca y el estadounidense
Llega el de la promesa, “habrá Futuro”

Ya estoy bien enterado de las cosas:
Sé por qué matan iraquíes, por qué huyen los ex presidentes
Sé cuál es el vicio de Madonna, y el de Maradona
Sé quién mató a Galán, y quién amenaza a mi padre
Sé cómo hace un sicario su trabajo, y cómo una “mula”
Pero no veo Futuro

Es más: sólo veo caos
Muertes evitables
Desfalcos, intimidaciones
Burócratas por doquier, pero escasos Servidores Públicos

XXV

Sube otro presidente, respaldado por la mafia
Sujeto simpático: nunca vi tanta payasada

La patria es tierra de nadie
Narcotráfico y gobierno, o ausencia de gobierno
Las finanzas peor que nunca

El único bueno era Jaime Garzón, que imitaba al presidente
(Pero hay quienes no entienden el humor: murió baleado)

XXVI

Nuevos tiempos, nueva esclavitud
Un hippie al poder: conciertos de rock, concierto para delinquir

Un país sin timonel, un país hacia la ruina
Uno daba gracias a Dios si no tenía un pariente muerto o secuestrado

Bill sonreía y tocaba a Mónica, pero luego viajaba a Palestina a mejorar su imagen
El Papa encorvado y farfullando apretaba las manos viejas, temblorosas de Fidel

Una farsa es farsa, no la llamen “proceso”

XXVII

Luego viene el adusto y sincero presidente, que no tiene pelos en la lengua
Y con orgullo comenta a los cuatro vientos su estrategia:
Ya no hay desaparecidos, hay asesinados
Ya no hay brutalidad policial, hay “seguridad democrática”
Ya no hay privatizaciones, sino reformas
Ya no hay favoritismos, sino “meritocracia” (cosa curiosa: el mérito está en aplaudirlo)
Ya no hay violencia, hay “política de Estado”
Y detrás de la máscara, el monstruo
El fascismo con fachada populista

¡Oh, Colombia! ¡Oh, Colombia regia, valiente, enlutada!
¡Colombia libre, pese a sus esclavitudes!
¡Colombia luchadora, Colombia brava!

Me levanto y sé que puedo morir esta mañana
Que mi hermano puede ser herido, que mi hermana puede ser raptada
Y me digo: "Sí se puede", como repetía Belisario
Y pienso en el trabajo, en el clima
El suave pop me tranquiliza
La jornada promete ser poética
Y sé que puedo triunfar esta mañana
Que mi hermano puede ser premiado, que mi hermana puede ser amada
Y pienso en Colombia,
Colombia libre,
Colombia liberada.

David Alberto Campos V, Liberación de la Palabra, 2008

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